- Las salidas se producirán como máximo cada 25 años por cada hermandad. Por sus 25 años de aniversario de creación o múltiplos de esta cifra.
- La hermandad deberá contar con el beneplácito de su cabildo que en la partida económica incluirá algún gasto benéfico dirigido a los más desfavorecidos.
- En el programa de actividades propuestas, se debe incluir alguna de motivación catequética hacia los hermanos, para que comprendan el sentido de los actos, y evangelicen también con sus propias acciones.
- Debe estar al día en la entrega de documentación, inventario y estado de cuentas.
- Debe contar con el visto bueno de la agupación de hermandades y cofradías si existiera.
No sabemos si el elevado número de salidas extraordinarias por el año de la Fe ha motivado la decisión, pero parece que se quieren reglamentar para dar un sentido concreto y preservar el carácter extraordinario de las salidas, como su propio nombre indica.