Si bien tenemos frescas las palabras del Arzobispo de Sevilla Mons. Asenjo de que no se debe proceder en cuanto a la religiosidad popular a inventos en estas épocas de necesitado resguardo en pro de la salud común, los responsables de la Semana Santa de Málaga quizás tengan otros planes.
Con la herida aún abierta de la devolución del dinero de los palcos de 2020, la agrupación de Hermandades de Málaga ha aplazado el primer pago de las sillas de carrera oficial para la Semana Santa de 2021, y no por que no se vaya a producir, sino porque mantiene una comisión que busque la fórmula de la felicidad que sume los beneficios de las sillas, con las restricciones y medidas de seguridad.
Lo único que se plantea inconcebible es la posibilidad de salir de forma normalizada, así como la posibilidad de no salir. El plan que plantean supondría una privatización de los cortejos en andas de traslado y en exclusiva para los abonados a las sillas.
Lo que supondría que los propios Hermanos no podrían ver a sus titulares, a menos que posean la titularidad de un asiento en carrera oficial, o en este nuevo recorrido acotado.
Si bien parece poco probable que esta situación pueda ser compatible con el actual estado de alarma, esperaremos la decisión que adopten en la capital de la Costa del Sol.