Una semana mas podemos estar aquí y todo es gracias a vosotros lectores! A partir de estas semanas podremos comentar el inicio de nuestros respectivos ensayos con nuestras hermandades o mi columna, vosotros decidiréis! Sin mas una nueva entrada titulada “ El inexplicable pulso entre hermandades”.
Cuando uno toma la decisión propia de entrar a una hermandad, ya sea por la razón que sea, en principio si tiramos de lógica se deduce que “ rechaza” las demás, eso parece entender más de un Hermano Mayor.
Yo no entiendo ni entenderé esa estúpida disputa entre dos hermandades, “ porque la mía es mejor que la tuya”, “ porque llevamos tal banda” ,” porque llevamos 600 nazarenos”, y así una larga lista de tonterías que se escuchan día si y día también. Al igual que critiqué con cierta “ dureza” a los jovencitos cofrades, tengo que decir que no son todos ni mucho menos, y que en la actualidad están, o estamos intentando cambiar esa estúpida rivalidad entre hermandades, yo “ sirviendo de ejemplo” ( jamás pensé que diría eso algún día ) puedo decir orgulloso que tengo muchísimos amigos, amigos que lo son solamente cofrades, y amigos de verdad, de los buenos, y pertenecen a distintas hermandades, y jamás hemos tenido problemas por pertenecer a una hermandad u otra.
Parece ser que el Cristo que entra En Jerusalén no es el mismo Señor que se encuentra Orando, o al que clavan en la Cruz. Si es muy absurdo debatir este tipo de temas, mas absurdo y lamentable es aguantar malas miradas y comentarios, incluso rechazos de saludos por parte de miembros de otras hermandades, simplemente porque no perteneces a su hermandad.
Si que es cierto que una hermandad por su forma de comportarse, por sus maneras de llevar el día a día de cualquier forma o por mil razones puede llegar a despertar en algunos cofrades sentimientos de envidia, sobretodo viene a ser envidia, casualmente cuando hay una hermandad que hace algo bien, muchos nos dedicamos a buscarle pegas a todos, en vez de intentar aprender de lo que hacen correctamente. Este problema que lo llevamos como si de un partido de fútbol se tratara poco a poco parece ser que desaparece, y ojalá que así sea dentro de un tiempo porque yo he podido comprobar lo bonito que es ver a un amigo tuyo, con la ropa de costalero de su hermandad ir a tu barrio para ver salir al que también es su Cristo y su Madre, y fundirte en un abrazo sincero y cariñoso y desearle toda la suerte del mundo ya que en un ratillo saldrá el con su hermandad, y al término de la cofradía ir tu a ver como se recoge el que también es mi Cristo y mi Madre, porque al fin y al cabo, siempre es Él, Dios.
Postdata: En la rivalidad de hermandades que tengáis claro que no gana nadie, dejémonos de jugar y disfrutemos de las hermandades.
Saludos cofrades y buena semana!
Os animo a todos a comentar y proponer futuros temas!
@Dieguisz