Una charla llena de humildad y perlas digna de escuchar por cualquier capataz o costalero.
Además aparece al final sentado en una banca nuestro querido pregonero de este año D. José Manuel Lorenzo Salmerón. Altamente recomendada.
(Por cierto, lo de los costales tapando los ojos dicen que sólo es una "moda" que no tiene nada que ver con el trabajo, sin llegar al extremo de llevarlo de diadema de alto que vaya, aplíquese el cuento quien deba)