El Via+Crucis Magno, convirtió a la ciudad en un ir y venir de pasos, bullas, olores a incienso, e iglesias abiertas hasta la madrugada, como si en la misma Semana Santa estuvieramos de nuevo. Miles de personas llenaban las plazas, y por todas partes se veían peregrinos, y se disfrutaba del ambiente JMJQuiero compartir con vosotros el momento que más me sorprendió. El Sábado a eso de las 23:00, andando por una plaza vi una iglesia abierta con las luces apagadas, de la que salía luz únicamente de velas por los cristales. Al acercarme, mi sorpresa fue monumental cuando vi que tras unos ciriales, unos jóvenes llevaban a hombros la imagen de una humildad, que estaba en plena ascensión. Los pocos testigos que nos congregamos estaban igual de atonitos que yo.
Dejo algo de testimonio Gráfico:
Tocayo para Arte Costalero











