martes, 23 de octubre de 2012

Jugar a los pasos, un bien necesario

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Mis más sinceras disculpas si el título de la entrada puede parecer ofensivo, pero por el contrario, intenta jugar con las opiniones de aquél que no comparte estas visiones que a continuación desarrollo.

Con la apertura del año de la fe, se iniciaron una serie de medidas por todo lo largo y ancho de nuestras zonas más cofrades, para dar un impulso a esa llamita de fe, que dice el Santo Padre que se está perdiendo a una velocidad sólo comparable a la del tráfico de datos de nuestros terminales móviles.
Y es que, desde la misma Sevilla y cuna del sentimiento semanasantero, su propia cúpula del estamento eclesiástico llamó a filas a las cofradías, para celebrar una manifestación de fe a través de su imaginería cristífera.

La curia encabezada por Monseñor Asenjo, si bien es respetuosa con las hermandades y cofradías, no ha sido nunca demasiado amiga de salidas extraordinarias, o celebración de cortejos porque sí; como debe ser. Pero en cambio, ha usado el arma que más fieles cobija la religiosidad en nuestras tierras.
No es ningún secreto que no vamos a misa tanto como le gustaría al clero, y que la media de edad es bastante alta, centrándose en una generación que, Dios la guarde mucho tiempo, va dejando cada vez más bancas vacías delante de los altares.

Esta recarga de fe que se quiere dar en todo el mundo, aquí la tenemos prendida de alguna manera a través de la religiosidad popular, ya que cada vez se da más el caso contra natura, de  personas que empiezan teniendo devoción o arraigo a una cofradía o imagen, y van ingresando poco a poco en la vida activa cristiana desde una juventud, que por sí sola, no las hubiera llevado a entrar a la iglesia. Besamamos, besapiés, Via Crucis, Entierros Magnos, o  adoraciones sacramentales, valen para acercarnos a un templo o a una imagen, y hablar directamente con Dios.

En un extremo completamente opuesto, los no creyentes Sevillanos presumen de vivir en la cuidad con más iglesias y más gente sin fe. Lo cual hace aún más meritoso, que una gran mayoría sepa aún así decirte en que iglesia está la cofradía de Santa Marta, y que día sale.

Y es que las grandes bazas vienen ahora.
 Es incalculabe, y quisiera recalcar esa palabra, el valor histórico-artístico del catálogo patrimonial de la Semana Santa en España. Imágenes con cinco siglos de antigüedad, pasos que reflejan un pasado artesano inigualable, escuelas escultóricas, pictóricas y orfebres dejando un legado artístico para la posteridad. Muestras de estilos góticos, o decimonónicos por ejemplo,  que se seguirán estudiando en universidades por años venideros.
Imagen de Anual. Fuente Wikipedia, Licencia GNU

La tercera cuestión está si me lo permiten, intrincada un poco más, a pie de calle.
El mundo cofrade, es en sí mismo, un motor inyector de la economía regional, y nacional en España.
Si durante siglos como se ha comentado, se ha creado un patrimonio acumulado por todo nuestro territorio, ha sido  a base de las manos artesanas de trabajadores repartidos por todas partes, que con sus obras contribuían al engrandecimiento tanto de las hermandades, como de una industria que rodea a todo este mundillo. A saber algunos ejemplos, escultores, tallistas y carpinteros, pintores, floristas, orfebres, sastres, bordadores, cereros, costaleros asalariados, periodistas, fotógrafos y más gremios, que han vivido y viven de ello, creando continuidad en oficios que se hubieran deprimido aún más o incluso desaparecido.
Hoy en día no es distinto, y ha llevado a la creación incluso de recintos industriales especializados en esos aspectos.
El simple hecho de poner a una imagen en la calle en Semana Santa o fuera de ella, conlleva una serie de gastos que dan de comer a familias que en estas fechas lo agradecen más que nunca coincidiendo con cierta escasez de mano artesana tradicional.

Mientras se cumpla el hecho de que una corporación ligada a la iglesia cumpla con sus objetivos y obligaciones caritativas, que debe ser el principal deber por encima de todo, nunca está de más ofrecer trabajo a un sector especializado que vive directamente de eso, por no hablar del indirecto en forma de turismo.
Esperanza de Triana, 1915. Fuente: wikipedia. Licencia CC
Como informábamos en entradas anteriores, por ejemplo Granada prevé una asistencia de 250.000 personas a su Magna Mariana del 25 de Mayo, que comen en la cuidad, se hospedan, y generan más beneficios. La Semana Santa, no es que yo me lo invente, está declarada en multitud de localidades como bien de interés turístico y cultural. A través de desplazamientos vacacionales, o simples viajes para contemplarla, se nutre de nuevo con desembolsos de todo tipo.

Esto es de sobra conocido por la parte no creyente de Sevilla por citarla nuevamente como ejemplo, que por eso la trata con los mayores honores a pesar de no compartir credo. Y es que comer, hay que comer…

Haciendo un poco de resumen de esta infumable exposición de ideas y letras juntas, si acerca la fe cristiana a las aceras de la gente que va perdiendo la luz de su fe, deja un legado artístico a la posteridad, genera carga de trabajo a los sectores artesanos, perpetúa oficios, ofrece ayuda a través de sus proyectos caritativos, atrae al turismo dando, en definitiva dinero a la sociedad, yo digo sí a la Semana Santa, y sí a la salida de pasos a la calle con todo el respeto del mundo, sin ninguna imposición de creencias, y pidiendo perdón por los cortes de tráfico que se generan.

J.R. para Arte Costalero


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